La importancia de tener nuestro 4 cuerpos inferiores purificados

En este blog, se explica la importancia de tener nuestro 4 cuerpos inferiores purificados: el cuerpo físico, el cuerpo emocional, el cuerpo mental y el cuerpo etérico. Cada uno de estos cuerpos tiene una función y una vibración que afecta a nuestra salud, felicidad y evolución espiritual. Se ofrecen consejos y técnicas para cuidar y purificar cada cuerpo, y se invita a los lectores a compartir su experiencia y comentarios.

3/8/20244 min read

La importancia de tener nuestro 4 cuerpos inferiores purificados

Los cuatro cuerpos inferiores son el cuerpo físico, el cuerpo emocional, el cuerpo mental y el cuerpo etérico. Cada uno de ellos tiene una función específica y una vibración energética que influye en nuestra salud, felicidad y evolución espiritual. Por eso, es fundamental cuidarlos y purificarlos de forma regular, para mantenerlos en armonía y equilibrio.

El cuerpo físico

El cuerpo físico es el vehículo que nos permite experimentar la realidad material. Es el más denso y visible de los cuatro cuerpos, y el que más atención suele recibir. Sin embargo, no debemos olvidar que el cuerpo físico es el reflejo de lo que ocurre en los otros cuerpos, y que su estado depende en gran medida de la calidad de nuestra alimentación, respiración, descanso, ejercicio y hábitos de vida.

Para purificar el cuerpo físico, es recomendable seguir una dieta sana y natural, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos. También es importante beber suficiente agua, evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas, azúcar, cafeína y alimentos procesados. Asimismo, se aconseja practicar alguna actividad física que nos guste y nos haga sentir bien, como el yoga, el tai chi, la natación, el baile o el senderismo. Por último, es esencial dormir lo suficiente y respetar los ritmos naturales del cuerpo.

El cuerpo emocional

El cuerpo emocional es el que nos permite sentir y expresar nuestras emociones. Es el más fluido y cambiante de los cuatro cuerpos, y el que más nos conecta con nuestro corazón y nuestra intuición. Sin embargo, el cuerpo emocional también puede ser fuente de sufrimiento y conflicto, si no sabemos gestionar adecuadamente nuestras emociones, o si las reprimimos, negamos o proyectamos en los demás.

Para purificar el cuerpo emocional, es necesario aprender a reconocer, aceptar y liberar nuestras emociones, sin juzgarlas ni aferrarnos a ellas. Para ello, podemos recurrir a diversas técnicas y herramientas, como la meditación, la respiración consciente, la escritura, el arte, la música, el humor, el abrazo, el llanto o la oración. También es importante cultivar emociones positivas, como el amor, la gratitud, la alegría, la compasión, la paz y la confianza. Así, podremos sanar nuestras heridas emocionales y vivir con más armonía y equilibrio.

El cuerpo mental

El cuerpo mental es el que nos permite pensar, razonar, imaginar y crear. Es el más sutil y luminoso de los cuatro cuerpos, y el que más nos acerca a nuestra mente superior y nuestra sabiduría interior. Sin embargo, el cuerpo mental también puede ser fuente de estrés y confusión, si no sabemos controlar nuestros pensamientos, o si nos dejamos llevar por el ego, la ilusión, el miedo o la duda.

Para purificar el cuerpo mental, es imprescindible desarrollar una actitud de observación, discernimiento y silencio interior. Para ello, podemos practicar la meditación, la concentración, la visualización, la afirmación, el mantra o el mandala. También es conveniente alimentar nuestra mente con lecturas, estudios, conocimientos y experiencias que nos inspiren, nos motiven y nos enriquezcan. Así, podremos acceder a nuestra inteligencia superior y manifestar nuestra creatividad y nuestro potencial.

El cuerpo etérico

El cuerpo etérico es el que nos permite conectar con nuestra alma y nuestro espíritu. Es el más elevado y profundo de los cuatro cuerpos, y el que contiene la memoria de nuestras vidas pasadas, presentes y futuras. El cuerpo etérico es el puente entre los planos físico y espiritual, y el que nos da acceso a la energía universal y a la ley de atracción.

Para purificar el cuerpo etérico, es fundamental mantener una conexión constante y consciente con nuestra esencia divina y nuestro propósito de vida. Para ello, podemos realizar prácticas espirituales, como la oración, la invocación, la canalización, la contemplación, la entrega, la devoción o el servicio. También es beneficioso sintonizar con la naturaleza, los elementos, los reinos, los ángeles, los maestros y los guías espirituales. Así, podremos elevar nuestra vibración y alinear nuestra voluntad con la voluntad divina.

Conclusión

Como hemos visto, los cuatro cuerpos inferiores son aspectos esenciales de nuestro ser, que debemos cuidar y purificar para vivir en plenitud y armonía. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestra salud, felicidad y evolución, sino que también contribuimos a la sanación y la transformación del planeta y de la humanidad. Por eso, te invito a que pongas en práctica estos consejos y que compartas tu experiencia conmigo y con otros lectores. Estoy seguro de que notarás la diferencia y te sentirás más conectado, más libre y más feliz. ¡Gracias por leerme y hasta pronto!